El Consell de Mallorca elabora, tramita y aprueba los Planes Directores Sectoriales de residuos no peligrosos, que son instrumentos normativos que establecen la ubicación de las instalaciones, con el objetivo de crear una red cercana a los municipios donde tratar correctamente los residuos no peligrosos que se generan en Mallorca.
Gestiona dos servicios públicos insularizados: el de residuos urbanos, con la concesión a la empresa Tirme S.A., y el de residuos de construcción y demolición, voluminosos y neumáticos fuera de uso, con la concesión a la empresa Mac Insular.
Aprueba las tarifas de los diferentes residuos que tratan estos servicios públicos i gestiona las fianzas de los residuos de obra mayor, que suponen una garantía para la correcta gestión de los residuos de construcción y demolición.
Inspecciona los servicios, y mediante el Programa de Medidas y Vigilancia Ambiental se realiza un exhaustivo control ambiental de las potenciales afectaciones al medio ambiente y a la población de las instalaciones.
El Pleno del Consell de Mallorca aprueba una modificación de crédito de 43 millones para congelar la tarifa de residuos para 2024
El Pleno del Consell de Mallorca aprueba una modificación de crédito de 43 millones para congelar la tarifa de residuos para 2024
(09/11/2023)
- Comunicació i Premsa
El objetivo del equipo de gobierno es evitar que la ciutadanía pague más en los recibos de la tasa de basuras del próximo año
El pleno del Consell de Mallorca ha aprobado este jueves, con los votos a favor del equipo de gobierno y la abstención de El PI, una modificación de crédito de 43 millones de euros para congelar la tarifa de residuos sólidos urbanos (RSU) para 2024 y evitar que la ciutadanía tenga que asumir una subida en los recibos de la tasa de basuras para el próximo año.
El objetivo de PP y VOX es mantener la actual tarifa de tratamiento de residuos en 114,95 euros por tonelada, puesto que la propuesta de la empresa concesionaria Tirme era de 225,78 euros por tonelada, y que representaba un fuerte incremento al alza que rondaba el cien por cien de la tasa (97,4%).
Para amortiguar este importante incremento, la institución insular ha dado luz verde en sesión plenaria a una modificación de crédito que queda desglosada en las siguientes partidas: 11 millones en concepto de anticipo aportado por el Govern por la deuda histórica que mantiene con el Consell y 32 millones de recursos propios, la mayoría de los cuales remanentes.
Durante su intervención en el pleno, la Consellera de Hacienda y Función Pública, Pilar Bonet ha remarcado el «enorme esfuerzo que ha tenido que hacer la institución insular para impedir que los ciudadanos tengan que pagar la subida en sus recibos» debido, según ha afirmado, «a la mala gestión y a la irresponsabilidad del anterior equipo de gobierno que dio el visto bueno a una tarifa irreal, provocando que la propuesta de tarifa se duplicara, algo que no se había producido nunca antes».
Evitar que la tarifa se duplique
El pasado 4 de agosto Tirme propuso una tarifa de 225,78 €, lo que suponía prácticamente una subida del 100 % respecto a la tarifa actual de 114,95 €.
Para hacer frente a esta difícil situación, el Consell decidió desde el primer momento asumir esta elevada subida para evitar su impacto en los ciudadanos, un objetivo que se ha logrado con el esfuerzo y trabajo por parte de todos, puesto que la empresa que gestiona la planta incineradora de Mallorca también ha asumido una parte de ese incremento, con una aportación de 5,1 millones de euros, tal y como ha explicado la Consellera de Hacienda durante la sesión plenaria.
Desde la Dirección Insular de Residuos han explicado que existen tres externalidades que han inducido fuertemente al alza la tarifa en 2024: el incremento del IPC, la subida del euríbor y el decreto aprobado por el Ministerio de Energía que retira las subvenciones a determinadas energías renovables, entre ellas la generada a través de la incineración.
Con estos tres condicionantes, la tarifa real de la que se partía en 2023 era de 138 euros, si bien se estableció en 114 euros por tonelada de forma artificial, sin atender a las previsiones que ya apuntaban una subida importante del euríbor y un descenso considerable de los ingresos por venta de energía.
